El jefe de negociaciones por
parte del gobierno en la mesa de diálogos de paz en La Haba, Cuba. Humberto de
la Calle, Ha denunciado supuestas chuzadas por parte de opositores de este
proceso, de las que todavía no se ha tenido ninguna prueba que pueda servir para
certificar dichas declaraciones. Lo cierto aquí, es que desde comienzos del
presente año, el gobierno ha denunciado posibles ataques al pilar del plan de
gobierno para que todos los medios de comunicación y todos los colombianos se
enteren en qué va dichos diálogos y si se está cumpliendo con el derecho a las
víctimas.
No es posible negar la verdad con
una simple hoja de papel, es cierto que existen muchos contradictores para que
se firme un proceso de paz con las Farc. Sin embargo, tampoco es justificable
que estas élites opositoras, estén cometiendo acciones ilegales investigando la
vida privada de los jefes de gobierno y obteniendo pruebas que al fin y al cabo
no servirán de nada, por obtenerlas bajo falso testimonio.
Se ha dicho que la operación
Andrómeda es un falso positivo en contra de Santos. Esa investigación sólo fue
una cortina de humo para tapar la llamada ‘mermelada’ que estaba haciendo el
jefe de estado en todo el país. Ni siquiera, la Fiscalía General de la Nación
ha publicado nuevos informes sobre esa operación, porque como es Colombia, todo
se olvida. Este hecho el fiscal Eduardo
Montealegre, lo tapó con su infinita pelea en contra de la contralora Sandra
Morelli, como se dice popularmente: ni el burro ni el que lo arrea.
No es nuevo que ahora De la Calle
renueve su itinerario de denuncias por posibles chuzadas en contra del proceso,
el país no lo cree, ya han perdido credibilidad, sólo queda esperar que existan
valiosas pruebas de estas acusaciones para que esto no se convierta en una
nueva novela colombiana y acompañe la de Uribe y Cepeda.